El amorómetro

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10/02/11 06:18



Poema Del Renunciamiento

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,

fingiré una sonrisa como un dulce contraste

del dolor de quererte ... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nacar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar,

soñaré con tus labios desesperadamente,

soñaré con tus besos ... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca ... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,

como un sueño que nunca lograré realizar;

y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento

-el tormento infinito que te debo ocultar-
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás lo sabrás!

-José Angel Buesa, cubano, de su libro OASIS (1977)






Existen algunas formas de medir algunas cosas buenas o malas que pueda llevar en su vida una persona, por ejemplo, el termómetro es el instrumento ideal para saber si hay o no hay fiebre o hipotermia en un momento determinado, el estetoscopio mide la frecuencia cardíaca y el esfigmomanómetro mide la presión arterial en el sistema circulatorio.
Sin embargo, con todo y tecnología no existe modo de medir la capacidad real de amar de un individuo, y un instrumento semejante debería poder medir de algún modo los siguientes puntos:




Me pregunto cuántas personas aplican cada uno de estos niveles al máximo posible en su vida de pareja, casadas o por casarse, de modo que ni por casualidad piensan en posibilidad alguna de un futuro divorcio. Si supiéramos “amar por naturaleza” no tendría Dios que recordarnos todo aquello que debemos tener en cuenta para “decir” que amamos verdaderamente a alguien, y es realmente triste pensar que solo por el mercantilismo en que vivimos (San Valentín ???…) los hombres compran rosas a quien es el centro de su amor en “ese día” y las mujeres dan en tarjetitas palabras que no pronuncian hacia el varón que “también dicen” que aman. Cuando novios se invitan mutuamente a cenar, pasear o bailar románticamente y los chocolatitos, tarjetas, papelitos improvisados y promesas dichas en besos cálidos giran, saltan, ruedan como caramelos por los ojos, mejillas y los labios de ambos; pero solo dejen pasar tres años o treinta años (algunos incluso ni siquiera semanas) para que todo ese disfrute del amor desaparezca, e incluso el recordarlo suene como un simple plañir de campanas ya muy lejano.

Un instrumento que pudiera medir el amor de un individuo pudiera contestarnos algunas interrogantes antes de darse ante el altar a “esa persona”:


- Si él / ella quedara inválid@ al día siguiente ¿cuidarías de tu pareja igualmente los siguientes 60 o 70 años? …

- Si él / ella amara a otr@ ¿dejarías que sea feliz con tu rival por el amor que le tienes? …

- Por lo mismo, ¿serías capaz de decir que l@ amas tanto, aún si el precio a pagar es soledad en tu vida hasta que Dios te llame consigo? …

- Si él / ella acepta casarse contigo ¿en verdad te quedarás a su lado hasta la muerte? …

- ¿Cuánto llorarías si él / ella te faltara? …

- ¿Te dolería los siguientes 80 años si Dios así lo quisiera? …

- ¿Darías tu vida por él / ella en las condiciones que fueren? …

- Si él / ella en algún momento en el futuro se quedara con todas las cosas que lograron juntos, ¿te alegrarías “de todo corazón” que él / ella se las lleve y, es más, la bendecirías al despedirte finalmente? …

- Si eso sucediera, tú, realmente tú (en esto él / ella no importa entonces) ¿l@ amarás para siempre?




Alguien dijo alguna vez que “el amor que no puede ser demostrado no es amor realmente”; y eso es cierto en todas las formas en que se manifieste por el corazón de los hombres.

He encontrado algunas personas que no han estado de acuerdo conmigo en haberle dado el auto (“mi Dodó”) a mi hermano solo por el hecho de que él lo necesita muchísimo más que yo debido a su trabajo (me está pagando como bien pueda y a un buen precio, no tanto tampoco como si le hubiera vendido a otra persona); tiene dos niños que los van a dejar y traer de la escuelita, él corre de un lado a otro o a la oficina trabajando o simplemente visitando a sus clientes (incluso en Guayaquil, Manta a Dios gracias) y su esposa también trabaja en el mismo ámbito, a veces ella es quien lo necesita más durante todo el día …

Es más, antes de dárselo me ofreció un negocio con el auto y era que le alquilara por una cierta cantidad por mes de modo que a simple vista resultaba un estupendo trato, “buena plata en el bolsillo” solo por prestarle ya que necesita mucho en qué moverse; a esta altura tendría como tres mil quinientos dólares ganados con semejante negocio. El problema en cambio es que realmente distruto el preocuparme y en lo que esté en mis manos ayudar a quien lo necesite, esa siempre ha sido mi actitud incluso antes que yo supiera o conociera algo del Señor:


………………………………….La Biblia dice:……………………………………
"No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
cuando tuvieres poder para hacerlo.
No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré,
cuando tienes contigo qué darle.

-Pr. 3.27-28




... lo escribo solo como mi testimonio no porque “me crea muy mucho” como pudieran pensar con toda razón, y el resultado entonces es el siguiente:
Hubiera tenido: $ 3.500
Realmente tengo: $ 0.00 de ese negocio a la fecha, (aparte es lo que me está pagando por el auto).
Y los frutos de ese esfuerzo se están dando: mi hermano ya tiene bastantes trabajitos y se ha dado a conocer en bastantes lugares de modo que ahora sí está ganando en ello, y ¡vaya que sirven mucho las oraciones! (qué distinto cuando aún no le salía nada y solo pasaba en casa con el internet buscando clientes… tiempos duros hasta hace no mucho tiempo). Además, lo mejor de todo es que el Señor no se olvida de ningún pequeño esfuerzo que hagamos en vida por otros:


"Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna". 
-Mt. 19.29

“He aquí, yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. 
-Ap. 22.12

“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan." 
-Mt. 6.19


Muy por el contrario, el colmo del hermano de un amigo que incluso “dice ser cristiano” (y que en verdad tiene muchísimo dinero), quien se dió el lujo de comprarse un vehículo sin respaldo alguno de modelo y de marca en 80.000 dólares, uno que usan en Europa como limosina de funerarias (vulgarmente hablando: “un hueso”), pero no es capaz de ayudar a su propio hermano a salir adelante ya que no tiene un empleo digno, antes bien se aprovecha de él poniéndole a trabajar en muchas cosas (tendidos eléctricos, puertas o cerramientos, refrigeración y cercas de seguridad o paneles solares … ¡qué no sabe o puede hacer mi amigo del alma!), y lo que le paga es muy por debajo de lo que a alguien calificado debería pagarle. Si yo pudiera hacer algo… hasta me he puesto a pensar dónde conseguir un terreno lo suficientemente amplio como para ponerle un negocio donde los autos de los clientes pudieran llegar a ser atendidos, si quieren algo de neumáticos el equipo y los aros o llantas estarían a la izquierda de la entrada, si son alarmas o faros o aire acondicionado o simples adornos lo que buscan, también atenderlos con overol impecable, buena presencia, limpio el local, pues sé que a mi amigo la idea de un negocito así le agrada mucho.
Y de paso, ¿qué, si hasta tuve que “apartarme” hace ya tantos años y dejar que “ella sea feliz” con el hombre que amaba? … y no le he pedido al Señor otra cosa.



En otras palabras, solo sabes amar cuando eres capaz de “darlo todo” por quien “dices que amas”. Nuestro Señor Jesucristo dejó toda su gloria en el cielo por venir a rescatarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte, Él es el mejor y mayor ejemplo de esto (lo que yo haga no es nada):

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. 
-Fil. 2.5-8

"Y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. 
-Mt. 1.21

“Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”. 
-Lc. 2.11

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores...Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. 

-Is. 53.4-6

“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”. 
-Jn. 19.30  



Él dio su vida por cada uno de nosotros, no fue “poca cosa”…

Un simple beso ha llegado a ser una de las expresiones humanas más vulgares y comunes que a lo largo de un solo día encontramos, se lo da sin “ton ni son”, sin compromiso alguno de por medio, sin valoración de ningún tipo, sin aprecio alguno hacia quien se lo ofrece (por eso se lo da tan superficialmente, herencia de las telenovelas… ), sin respeto mínimo ni siquiera hacia ellos mismos, y el esposo y la esposa a la vuelta de unos pocos años ya no se dan ese precioso regalo tampoco. Quizá porque nunca me casé con aquella a quien amo valoro tanto todas estas cosas, por eso, mientras pueda y Dios me de vida seguiré escribiendo sobre aquellos principios que Él desea tenga todo matrimonio, para que aquellos que tienen ese bien lo aprecien realmente, lo afirmen, lo re-compongan, vuelvan a la raíz primera de ese amor con que un día quizá, ya muy lejano o incluso apagado, se unieron.

¿San Valentín?… para mí, ¡basura! Y si no sabes amar (darte en todo y con todo) no mereces “ni eso”.

“El amor es sufrido, es benigno;el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree,todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser”. …




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