08
23/11/08 11:58
Franz Kafka (1924)
MI
AMADA ES UNA COLUMNA DE FUEGO
De
Franz a su traductora Milena. Ella termina en el campo de concentración de
Ravensbrück.
“Martes.
Esta Mañana volví a soñar contigo. Estábamos
sentados juntos, y tú me apartabas, no de mal modo, sino amablemente. Yo me
sentía muy desdichado. No porque me apartaras sino por mi culpa, porque te
trataba como a una silenciosa cualquiera, y no percibía la voz que hablaba en
tí, que justamente me hablaba a mí. O tal vez no fuera que no la percibiera,
sino que no pudiera contestar. Más desconsolado aún que en el otro sueño, me
iba.
Me acude a la memoria algo que una vez leí en
alguna parte, más o menos era así: Mi amada es una columna de fuego, que se
traslada por la tierra. Ahora me tiene preso. Pero no conduce a los que ha
apresado, sino a los que la ven.
Tuyo, Franz.”
…………………..
Pablito Neruda (1958)
SI
ESTUVIERAS AQUÍ
A
Albertina Rosa. Neruda le dedica a ella su libro “Veinte poemas de amor y una
canción desesperada”, pero Albertina no le correspondió su amor.
“¿Qué cosa contarte, mi pequeña, para que te
diviertas? Es de noche, y estoy alegre, alegre. Solo en mi casa, en mi casa,
que es como una torre llena de ventanas por donde miro la noche llena de
estrellas. No siento cansancio del viaje, a pesar de lo accidentado que fue. A
medianoche me escondieron debajo de un catre, ahí estuve helándome cinco horas.
Luego un carro de tercera. Nada de principesco. Pero llegué, al fin. Vagué toda
la tarde por estas calles que tanto he visto. Por las afueras, anduve y traje
grandes atados de violetas que por lo hermosas debieron ser para ti. Qué
alegría ver este pasto verde, estos cerros oscuros de las nieblas del
atardecer, y sentirme yo, yo mismo, libre de tanta tontería, ágil y solo. ¡Ah!,
si estuvieras. Albertina. Si estuvieras, ahora, junto a este brasero que me
entibia, si estuvieras con tus hermosos ojos tristes, con tu silencio que tanto
me gusta, con tu boca que necesita mis besos. Ven, pequeña. O, por lo menos,
piensa en mí.
Uno, dos, tres, cien besos de tu Pablo.”
…………………..
Henry Miller (1973)
VIVO
GRACIAS A TÍ
De
Henry a la actriz Brenda Venus. Brenda, de 30 años, fue la última novia de
Miller cuando este tenía 82 años.
“Queridísima Brenda!
Esta mañana ha llegado tu maravillosa,
maravillosa carta. La he leído con lágrimas en los ojos. Dios mío, qué
bellamente expresas tus pensamientos y sentimientos. A veces, mientras te leo,
me pongo a temblar y me pregunto: ¿Es posible que hable de mí? ¿Quién soy yo?
¿Quién es ese Henry Miller? Y todas esas cosas. No parece posible que una
persona pueda despertar tanto amor, tanta adulación y adoración. Brenda,
Brenda, me dejas mudo, ante tan amorosa elocuencia mi lengua queda atada.
Me preguntas si veo todo eso en tus ojos.
Naturalmente que sí, amada mía. Todo está escrito en tus ojos. Y en toda tú.
Vibras por todos tus poros, incluso cuando no dices nada. Sabes, muchas veces
me despierto de noche, enciendo la luz y miro tu foto, tu imagen en la estantería.
Siempre irradia no solo belleza sino pureza, integridad, confianza.
Pienso en tí como una flor del profundo sur, con
toda su esplendorosa fragancia y aparente fragilidad. En realidad eres tan
fuerte como un tigre, y tan peligrosa, si estás enfadada. Me temo. Mi visión se
debilita. He estado escribiendo sin gafas. Pero con tal de saber de ti soy
capaz de cualquier cosa.
Si, mi querida, mi queridísima Brenda, solo
gracias a ti continúo vivo. Lo se mejor que nadie.
Te amo, te amo, te amo. Lo eres todo para mí.
Tu Henry.”
………………………………….La Biblia dice:……………………………………
“Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne. Y estaban ambos desnudos. Adán y su mujer, y no se
avergonzaban.” - Génesis 2.24-25
“Hubo
un varón (…) que se llamaba Elcana (…). Y tenía él dos mujeres: el nombre de
una era Ana, y el de la otra Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los
tenía. (…) Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba a
Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte.
Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le
había concedido tener hijos.”
- Samuel 1.1-2;4-5
“¡Qué hermosa eres, y cuán suave,
Oh amor deleitoso!
Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.
Yo
dije: Subiré a la palmera,
Asiré
sus ramas.
Deja
que tus pechos sean como racimo de vid,
Y el
olor de tu boca como de manzanas,
Y tu
paladar como el buen vino,
Que se
entra a mi amado suavemente,
Y hace
hablar los labios de los viejos.”
-
Cantares 7.6-9
La
rosa:
tu
desnudez hecha gracia.
La
fuente:
tu
desnudez hecha agua.
La
estrella:
tu
desnudez hecha alma.
--Juan Ramón Jiménez
.