Vencedor de la muerte 2)

15 
26/03/09 11:19 

Sonatina


La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña, dice cosas banales
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz,
o en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
¡Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal!

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh, visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
-la princesa está pálida, la princesa está triste-
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!

-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!


-Rubén Darío





Si hay algo que Dios ha hecho hermoso entre todas las cosas es el matrimonio, de tal forma que una mujer sea una verdadera perla y un hombre un verdadero diamante, y juntos formen una verdadera corona de belleza que debe ser su hogar.

Las reinas de belleza gustan de mostrarse ante las cámaras con su flamante corona y mientras más puedan darse a conocer ante los medios, cuánto mejor; una corona habla de honor, de gracia, de bondad, de paz, de autoridad, de fe incluso pero en muy pocas ocasiones esta habla del amor, de ese amor desinteresado y leal. Casi siempre las chicas que lo ostentan solo anhelan popularidad y promoción, algo que les lleve a obtener los mejores puestos de trabajo en modelaje, revistas, radio, cine y televisión. Fuera de eso, no les importa nada ni nadie más.

Qué distinto hablar de una corona llena de espinas y ensangrentada que alguien quiera ponérsela por voluntad propia sobre su cabeza y mostrala a todo el mundo con tonos de alabanza, y por que no, aún mejor también de gran belleza, …¿lo haría usted por amor? ¿estaría usted dispuesto a ponérsela y que hablen y lo fotografíen para los periódicos más amarillistas de nuestra época?... Antes de contestar debe saber que hay alguien que ya lo ha hecho por nosotros en su debido tiempo, y en nuestro lugar, en lugar de cada uno de nosotros:



………………………………….La Biblia dice:……………………………………
“Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.” -Mt. 27.27-30



Una corona llena de los rubíes rojos de su sangre, nunca ha habido ni habrá una corona más sublime ni hermosa ni semejante:

“Porque la paga del pecado es muerte.” -Ro. 6.23

“Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión (perdón de pecados).” -Hb. 9.22

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” -Hb. 9.11-28



Como cristianos debemos saber que cuando nuestro Señor Jesucristo hizo esto nos liberó de la maldición de toda servidumbre del pecado y del diablo, a fin de que fuésemos hechos libres del todo, y dispuestos a ejercer autoridad, no tenemos que llevar coronas de desesperanza ni de inseguridad, tampoco de muerte o de enfermedad aún cuando los tengamos que afrontar, no debemos seguir llevando corona de adulterio ni de inmoralidad sexual, ni de homicidio ni de falta de perdón o desamor… Entendamos que debemos ejercer dominio sobre cualquier tipo de pasión sin freno, y permitamos que nuestro Señor nos llene de su Espíritu a fin de poder amar a nuestros semejantes e interesarnos vívamente por ellos, hacer algo cuando podamos hacerlo y aún por nuestros enemigos o incluso por aquellos que no nos amen. Empecemos a dominar la ira, el odio, el rencor, la calumnia, la mentira, la lengua y todas sus malas palabras, idolatría y ciencias ocultas, fornicación y pornografía, todas aquellas pasiones humanas que no vienen ni han nacido del corazón de Dios:

“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, …” -Col. 3.5-9


Dios nos quiere tener como reyes y sacerdotes para él y para su reino, en y por nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y un rey no ha de inmiscuirse en lo más bajo, sino en lo más alto y sublime que procede de todo su amor y de toda su gloria:

“… Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.” –Ap. 1.5-6



Un rey, una reina, eso es lo que Dios desea hacer de cada uno de nosotros, de aquí a la eternidad, y por lo mismo, un rey y una reina es lo que debe haber dentro del hogar, no en vano una chica desea encontrar a su “príncipe azul” con el que espera casarse desde los días de su infancia (por los cuentos de Grimm y de Andersen), y no en vano un hombre anhela también hallar esa princesa en la torre mágica, "su propia Rapunzel" por la que pasaría en medio del “fuego de diez dragones” tan solo por el privilegio exclusivo de poderla besar… ¡y abrazarla!

El hombre solo es un reflejo de lo que Cristo ha hecho por nosotros: él fue a la cruz, murió expuesto en la más completa denigración y total vergüenza pública, lo sufrió todo por nosotros… y en tu hogar, en el que ya tienes, o en el hogar que esperas formar algún día, existe ya ese rey que junto a Cristo está bien dispuesto a luchar por aquella que ama y que amará? 
¿Si hoy mismo la muerte viniera a quitártela de tu lado, qué es lo que estarías dispuesto a darle a cambio por ella?... ¡Qué?... 



"...el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!"



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Poema 20

29
20/02/09 17:38





Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


-"Veinte poemas de amor y una canción desesperada", Pablo Neruda 






………………………………….La Biblia dice:……………………………………
“Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia”. 
-Sal. 106.1

“…dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. 

-Ef. 5.20





Mucha gente espera ocasiones especiales para demostrarse un afecto mutuo, y lo malo es que ahora también implica el regalo (gasto) obligatorio al que los medios nos llevan en su caudal profundamente egocéntrico y materialista. Y quizá lo más necesario está más cerca aun que a la vuelta de una esquina:

“Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos… ”


Más necesario que la lluvia, más bonito y agradable que el agua de un arroyo corriendo, más representativo que una escultura de Rodin, más perfecto que el diario nacimiento por oriente del gigantesco sol, la vida tiene su mayor y mejor riqueza en aquellas personas que nos acompañan durante nuestro caminar por la existencia, un abrazo de grosellas es mejor que la mejor de las tabletas de Finalín, el amor en los ojos y en los labios y en que ya no se sabe ni cuáles son los de quién, la mano abierta de un amigo como un suave incienso, el rato en que el deporte pone voz y viento a la emoción compartida, el día en que una flor es más importante de cuidar que la tapicería del auto; más necesario son las cosas tan pequeñas de encontrarlas en nuestro camino que se nos hace difícil verlas en medio de las obligaciones.

La poesía implica un camino muy poco apreciado en nuestro tiempo, en la novela “Dr. Zhivago”, de Boris Pasternak, se cuenta algo de los rusos y del Dr. cuando este fallece y mucha gente asiste a su funeral, y es el hecho de que “nadie ama tanto la poseía como los rusos, y si la gente ama la poesía (a pesar de las temibles prohibiciones de los bolcheviques del comunismo soviético) también ama a sus poetas aunque no sepa casi nada de ellos”. Un hecho particularmente hermoso de esta versión en la película de David Lean, con Omar Sharif como protagonista y Julie Christie, es el murmullo del viento sobre las hojas secas que parecen ser parte, junto al fondo musical de Maurice Jarre, de una historia que aun más que épica es aleccionadora para quienes vivimos hoy. Nos preocupamos de tener más y más, no de ofrecer algo a las demás personas, y nunca es tan importante quién sepa qué de lo poco o lo mucho que podemos hacer en vida por otros, aun por quienes entendemos a nuestro propio juicio, no ser merecedores de lo más pequeño y plausible de nuestro afecto.

En la novela, no solo la guerra civil desgarra, parte y destroza, sino también los hombres intolerantes, las masas arrancadas a la fuerza de sus familias y sus pueblos y sus esperanzas, sueños que se pierden bajo la nieve como el Dr. pierde al final a su familia en París y a Lara en Mongolia, lejos de la Patria que él nunca abandona, pues la ama. La ama. Sencillamente la ama. No hay mayor explicación ni torpeza, ni nada. También sus “Poemas a Lara” quedan en el bagaje de la imaginación del lector o el espectador de la película como un vago y sutil licor que alguien ha puesto en la garganta y que, sin desearlo apenas, nos impide llorar en público y, apenas podemos, lo llegamos a hacer a solas...

No tenemos que atravesar por situaciones tan difíciles, nuestro país es una nación y una tierra bendecida a pesar de todas las dificultades, ¿dónde está la crisis”?, que venga y la llevaremos muchos de nosotros a dar un buen paseo por la costa ecuatoriana en nuestros autos nuevos; ¿dónde está nuestra pobreza?, que lo digan y les diré también cuánto hemos amado a nuestra tierra que no la hemos abandonado teniendo que irnos a tierra extraña; ¿dònde hay falta de amor?, ¿en qué corazón o mente o pecho o brazo?, aprenda a darse a los demás mientras pueda hacerlo y verá cómo llueven de por sí abrazos, besos, gestos de amor por todos lados, revoloteando como tijeras que cortan la soledad, la culpa, el trauma, la desesperanza, la ociosidad, el vicio, y tantas cosas malas… si aprendemos a dar, no hay posibilidad alguna de ser infelices. Si aprendemos a valorarnos todos nunca nos sentiremos solos de ningún modo. Si aprendemos a valorar lo ricos que somos mientras las naciones vecinas viven la guerra, DESCUBRIREMOS QUE DAR UN CHOCOLATITO A TIEMPO, UNA SONRISA A TIEMPO, ALGO DE AMOR A TIEMPO hace la diferencia entre vivir “por inercia” y vivir “por algo”.


Quizá este feriado solo necesitemos saborear un buen cafecito en casa junto los que amamos, aunque no haya dinero para el pan ni para ningún paseo, quizá solo dispongamos de un buen poema, o una película donde se ven casos tremendos como “Dr. Zhivago” y nos vuelva agradecidos a nuestro Dios, día con día en nuestra oraciones, por aquellos que “todavía” nos aman y por “todo” lo que tenemos:




Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.







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"...Como si hubieras muerto"

28
12/02/09 06:56
Poema 15


Me gustas cuando callas porque estás como ausente
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
Emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas porque estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


-“Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, Pablo Neruda



Una anécdota interesante:
El premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, tuvo cinco musas en realidad. Se conocían cuatro y ahora acaba de descubrirse una más: Olga Margarita Burgos, una dentista chilena cuya profesión justifica que el descubrimiento se haya dado a conocer en la revista “Cantabria Dental”, una publicación independiente de un grupo de odontólogos cántabros que se distribuye entre los integrantes del gremio en la Comunidad.
Hasta la fecha, se conocía la existencia de cuatro mujeres que habían inspirado al premio Nobel, un poeta con una vida amorosa y sentimental muy intensa. En 1954, Neruda desveló en una conferencia que el poema 20 de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, y el epílogo: “La canción desesperada”, están dedicados a dos mujeres, a las que el poeta citó con nombres falsos: Marisol y Marisombra. Los investigadores descubrieron posteriormente que se trataba de Albertina Rosa Azócar y Teresa León Bettiens.
Posteriormente, Neruda añadió un tercer nombre: María Poredi, a quien dedicó el poema 19: “Niña morena y ágil”. Años después, se descubre una cuarta musa, Laura Arrué, con la que el poeta llegó a planear una fuga romántica.

- Textos tomados para esta anécdota de: www.larioja.com/20071026/cultura/quinta-musa-neruda-20071026.html
(Favor ver para una información más completa y porque no quiero atribuirme en mi blog estos textos ajenos a mi autoría.)




………………………………….La Biblia dice:……………………………………
“…y de la manera que está establecido para los hombres que mueran sola una vez, y después de esto el juicio,… ” -Hb. 9.27

Cualquier cosa que sea importante hay que hacerla mientras se viva sobre la tierra y dentro de la vida que Dios nos ha dado, una vez que crucemos el umbral de la muerte nada de lo que haya quedado como ”buenas intenciones” ha de contar para nada, mucha gente busca en el velorio y junto a un ataud el perdón que no supo pedirlo a tiempo, o quieren decir algo que no supieron darse la ocasiòn de decirlo y quizá hasta cedieron al “que dirán” o el “què pensarán”, y no lo dijeron; otras llenan de flores el recinto mientras se da la bienvenida a quienes “recien” desean despedirse del difunto y, de paso, tampoco el muerto se entera de las “buenas intenciones” dados los tremendos gastos de una buena caja y de unas bellas flores.

Dios, en su infinita sabiduría, ha dado al hombre un tiempo prudencial bajo el cual su vida terrestre se desarrolla y dentro de él puede hacer todo lo en que su corazón desee, puede trabajar, estudiar, jugar, amar, enamorar o enamorarse, pero también puede matar, robar, mentir, destruir, y tanto cosas buenas como cosas malas van acumulándose mientras el Señor las registra todas para cuando el día del juicio se de, por fin, sobre todos los hombres, sobre cada uno de nosotros.

Cualquier cosa que se tenga que hacer el mejor tiempo de llevarlo a cabo es ahora, mañana quizá no exista la oportunidad para hacerlo: una carta que no se ha escrito, un perdón que no se pide, otro que no se ha dado, un beso que no se pide y otro que no se ha entregado, las palabras y los actos no expresados y que se la llevan solo otras “buenas intencionas”, el viaje que siempre se sueña pero nunca se cumple, el ahorro que se espera hacer pero el cual nunca se disciplina ni se proyecta, aquello que no se dijo pero se debería decir…

La vida es rica en oportunidades de cambio, de trabajo, de relacionarse, de conocer el mundo, de fe y de conocimiento, y la vida de un hombre que es verdaderamente rica es aquella que aprovecha al máximo las oportunidades que le son ofrecidas para hacer el bien, a los suyos, a sus semejantes, antes que Dios haya terminado de darnos tiempo sobre la tierra y debamos dar cuenta ante su trono de cada uno de nuestros actos.

La muerte es registrada en la Biblia tan solo como dos caminos, uno lleva a Dios padre y otro al infierno, ningún hombre o mujer que ya han muerto de sobre la faz de la tierra ha ido a ninguna otra parte, todos han ido con precisión de cirujano en su juicio, al sitio que le corresponde (“…y de la manera que está establecido para los hombres que mueran sola una vez, y después de esto el juicio,… ”), todos somos juzgados apenas cruzamos el umbral de la muerte si bien hay también un juicio final al final de los tiempos, cuando todas las cosas se cumplan, en la voluntad soberana de nuestro Dios quien todo lo hizo para su gloria. No se engañe nadie pensando que habrá “otra oportunidad” una vez se muere y se tiene que rendir cuentas de cada uno de nuestros actos, y solo Cristo puede llevarnos a la eterna y feliz presencia del Dios de los cielos, Jehová de los ejércitos, el Santo de Israel como muchas veces es citado en su palabra. Ante un Dios creador y Santo nadie podrá por sí mismo justificarse en algo y pretender entrar al cielo; solo con Jesús podremos acercarnos ese día confiadamente al trono de Dios sabiendo que nada habrá en nuestra contra, pues todo pecado habrá sido antes limpiado en la sangre bendita de nuestro Señor derramada en la cruz por los pecados ¡de todo el mundo y de todos los siglos!


La muerte no es sino la última oportunidad que un hombre tiene y el modo en que la escoje lo determinan todas sus acciones, día con día, paso con paso, decisión y decisiones; Dios padre espera que aceptemos la provisión puesta para nosotros en Cristo Jesús, Señor y Salvador nuestro, quien pagó la deuda de nuestros pecados en la cruz con su sangre preciosa, de modo que ninguna falta sea hallada en nosotros y accedamos a la vida eterna prometida en la eternidad final de su reino. Solo la sangre de Cristo puede limpiarnos y no hay otro nombre por el cual podamos llegar a Dios el día de nuestra muerte, lejos de él, el hombre toma la peor decisión al querer o pretender por sus propios argumentos salvarse:

“Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. -Hch. 4.11-12 

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. -Jn. 3.16-18


Cualquier cosa ha hacerse en vida, incluso tomar el camino de la salvación en nuestro Señor Jesucristo, una vez la muerte llegue ya no existirá ninguna otra oportunidad de buscar a Dios.




Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.