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03/10/08 11:41
Este Ministerio
Hace
ya bastante tiempito atrás, para ser exactos: el 6 de enero de 2006, inicié una
serie de mensajes con claro contenido “cristiano” vía e-mail a todos mis
amigos, conocidos, clientes de quienes disponía sus direcciones electrónicas.
Pero llegado el día dejé de hacerlo dada una prohibición del Departamento
Técnico, de pasar e-mails con contenido de este tipo además de otros tópicos
(supongo que alguien se molestó mas no supo decírmelo con franqueza). De ahí
que los primeros mensajes que adjunto a este blog, sean en el mismo orden en
que aparecieron los mails que fui archivando en word dentro de mi máquina.
Por
lo mismo, este inicio en realidad no es un inicio sino mas bien una puerta que
Dios me ha abierto ante la puerta que se hubo cerrado mucho antes. Y, de paso,
es el principio hasta llegar a publicar libros sobre temas variados, si el
Señor me da vida y me permite hacerlo, para compartir todo lo que en su Palabra
él me va entregando a diario; si él me dio sabiduría para comprender muchas de
sus escrituras y si soy capaz de reconocer un engaño donde se encuentre o que
salga de la boca de quien salga, por más pastor o predicador ungido que este
diga ser, entonces mi responsabilidad es mucho mayor de la que me figuré tener.
Vivimos tiempos angustiosos (y se pondrán en muchos sentidos aún peor, para
cumplimiento de las escrituras) en los que muchos dicen tener la verdad de
aquello de lo que Dios ha dicho, sin embargo, Jesús mismo nos advirtió desde el
hecho de que vendrán falsos Cristos hasta el hecho de que se han de tergiversar
sus palabras y enseñanzas.
Hoy,
muchos cristianos a los que se les ha dado el término de “liberales” (agrupados
en algunas sectas) no creen en muchas de las palabras de Jesús mismo, y les han
dado su propia interpretación a ellas; por decir algo, no creen en la
existencia del infierno y el castigo inevitable por el pecado cuando Dios lo ha
dejado bien claro a través de los libros que conforman la Santa Biblia, y que
(valga repetírselos) Jesús también enseñó (hallamos detalles de ello desde el
Génesis hasta el Apocalipsis dándonos a ver de su existencia).
Acabo
de sacar a la luz solo un problema de la interpretación de las escrituras que
han hecho algunas iglesias, de igual modo, hay muchos otros puntos y por los
cuales se apartan las congregaciones a lo largo y ancho de estos tiempos y de
esta tierra. Y el peligro real radica en estas separaciones pues Jesús no viene
a buscar “algunas iglesias” cuando vuelva en las nubes junto a sus ángeles, con
toda su gloria y su poder; él no viene por “iglesias” (plural) sino mas bien
por “su iglesia” (singular, UNA sola!). Más que nuca es imperativo el estar
unidos y en una sola fe; o por lo menos, buscar esa unidad.
Este
ministerio intenta llevar este mensaje básico, fundamental: que la escritura
solo encierra UN mensaje (no dos, ni aún cien o mil distintos) para UNA iglesia
y que es a la que el Señor vendrá a buscar pronto. Por lo tanto, desdeñaremos y
desenmascararemos aquellas enseñanzas y denominaciones que nada tienen que ver
con la profundidad y pulcritud que la Santa Biblia encierra, para quienes la
buscan de corazón limpio y sin mancha, en su maravilloso interior.
Un
Dios, Un Señor, Un Espíritu.
Un
Mensaje, Una fe, Una Iglesia.
Una sola forma de salvación
que Jehová de los ejércitos ha dispuesto en el Santo Monte de Sion: Cristo
Jesús, el unigénito Hijo de Dios.