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12/01/09 09:58
Delante de la puerta, cogiendo flores,
me divertía
cuando tú venías,
montado en un caballo de bambú.
Dabas vueltas al brocal
tirando verdes ciruelas.
Ambos vivíamos en la misma aldea
y crecíamos en plena confianza mutua.
A los catorce años
vine a ser tu esposa.
Con rubor, bajaba la cabeza
hacia un rincón oscuro,
y nunca te mostré una sonrisa.
Cien veces me llamabas
mas ni una vez me volví a verte.
Cuando tenía quince años
desfruncí las cejas
y deseaba que nos uniéramos
como polvo y ceniza.
Siempre estaba dispuesta a seguir
el ejemplo del “hombre del pilar”.
Mas no esperaba subir a la Colina de la Espera.
Un año más tarde
partiste a esa zona lejana
donde los escollos Qutang y Yenyu,
enhiestos, impiden el paso en el mes de mayo,
cuando los monos lanzan sus lamentos al cielo.
Las huellas que dejaron tus pasos,
una tras otra se cubrieron de un musgo verde,
tan tupido, que no lo puedo barrer.
Hojas desprendidas de los árboles
indican la temprana llegada del otoño.
Es septiembre ya.
Las mariposas, en parejas,
vuelan por el jardín
revoloteando entre las hierbas.
El espectáculo me conmueve
y llena de aflicción mi alma.
La amargura me quita
la rosa de mis mejillas.
¡Ay!, cuando desciendas de Sanba
no dejes de avisarme con tiempo.
Para ir a tu encuentro
no me importará la distancia.
Saldré a recibirte
hasta la arena del Gran Viento.
-Li Po (poeta chino, 701-762 D.C.)
Algo precioso sobre el
amor, de tal modo que entonces podemos comprender por qué es en sí misma la
esencia de Dios (1), el mayor de los mandamientos (2) y lo mejor que podemos
tener mientras vivamos (3) sobre la faz de la tierra. En orden y explícitamente
lo vemos cuando:
………………………………….La Biblia dice:……………………………………
1) “Dios es amor; y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él.” -Jn. 4.16
Acerca de esto, ya detallé bastante en mi
artículo del día martes 23 de diciembre de 2008: “LA ESENCIA del AMOR”, en este
mismo blog.
2)
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a
otros, como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos.” -Jn. 15.12-13
“Poner su vida” implica ceder a las pretensiones
personales, acoplarse a la vida y las inquietudes de otra persona y tomarlas en
tal importancia como si fueran propias. Si una pareja dentro del matrimonio
entiende perfectamente lo que esto significa en sus vidas nunca, bajo ninguna
carga o tormenta, dejarán de tener esa riqueza especial que Dios desea en
nuestra existencia.
-Al niño le dijeron los médicos que
necesitaban sacar un poco de su sangre para salvar a su hermanita, quien estaba
muy enferma en el hospital, la transfusión sería rápida y necesitaban hacerlo
pronto pues él tenía el mismo tipo de sangre que ella, otras personas en esos
momentos no podían hacerlo. Se lo explicaron de la mejor manera a fin de que el
pequeño no se atemorizara ni sufriera.
Ya en medio de la urgencia de la transfusión,
cuando las mejillas de la niña comenzaron a volver a tener el tono rosado de la
vida al recibir la sangre que necesitaba, el pequeño se volvió a los médicos y
preguntó: ¿ahora es cuando empezaré a morirme?..., mientras lágrimas inundaban
sus ojos… les entendió mal, él pensó que debía dar toda su sangre!
“…Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga
su vida por sus amigos.”
-Una joven pareja de recién casados fueron
a bucear en una playa de Australia, en los instantes que más disfrutaban de la
experiencia entre los corales, fueron atacados de repente por un gran tiburón
blanco, el cual enfiló sus mandíbulas al cuerpo de ella pero en otro instante,
y antes que ocurriese otra cosa, el flamante esposo interpuso su cuerpo salvándola
de una muerte horrible a costa de la vida propia… él no sobrevivió al ataque. “El
amor … Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
-Un hombre dejó ir a la mujer que amaba
por los caminos del mundo, solo por el hecho de que ella nunca lo amo a él, y
mas bien amaba y esperaba a otra persona. Dejó sencillamente que fuera feliz
con el hombre que ella amaba: “El amor es sufrido, es benigno; … … no
busca lo suyo, …”
Y ahora ella solo existe en su corazón.
-Otro hombre, bajo el imperio romano, y
cumpliendo todas las profecías acerca de él y en medio de todo un pueblo
escogido por Dios y que lo rechazaría, fue muerto por crucifixión, en lugar de
todos los hombres de todas las épocas y en expiaciòn por todos los pecados
cometidos por ellos, pues está escrito: “sin derramamiento de sangre no hay
remisión (perdón) de pecados” (Lv. 17.11; He. 9.22). Desde la fundación del
mundo, solo su sangre ha hecho posible que un hombre vaya al encuentro con su
creador, nadie en sus propias fuerzas u obras puede por sí mismo hacerlo, e ir
al cielo.
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi
vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la
pongo.” -Jn. 10.17-18
3) “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el
amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” -1Co. 13.13
La fe hace posible que
creamos en lo que Dios ha dicho a través de las escrituras, y en la vida de
muchos hombres como Moisés, Sansón, Pablo, Ruth, Silas, hasta verla reflejada
en nuestras vidas como una experiencia real y tangible.
Todo cristiamo tiene en sí mismo su testimonio
ante el resto del mundo que no cree y, por eso mismo, una pareja puede tener un
matrimonio feliz en medio de millones de matrimonios destruidos. Fe, que es
confianza en un Dios que puede mantenerlos unidos.
La esperanza es certeza en la
Santa Biblia, en todo lo que Dios ha dicho que ha hecho, que hace y que hará en
el futuro inmediato o lejano, de ahí el lenguaje único de las profecías que
solo él sabe cumplirlas.
Certeza de una vida en común a pesar de las malas
noticias del mundo.
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene
envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no
busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas
se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo
lo soporta.
El amor nunca deja de ser; …” -1Co. 13.4-8
No hay ley ni mandamiento mayor a este, ni mejor
regalo que Dios nos haya dado en la vida como la capacidad de amar y/o de
recibir amor; por este amor han existido los poetas, los músicos siguen
dando lo mejor de sí y naciones enteras han buscado, conciente o
inconcientemente, una sociedad más justa donde sus hijos, y los hijos de sus
hijos, puedan vivir y desenvolverse con toda integridad, honor y dignidad. El
amor hace posible la riqueza y la alegría de una familia, de un niño que corre,
de un perrillo bajo la puerta del hogar.
El amor de Dios que funde en un solo ser y amor
los corazones y los intereses particulares de dos personas ante su altar.
Para terminar, les dejo con otros preciosos
poemas de nuestro poeta de turno. Espero que los disfruten en su corazón. Y
nunca se olviden que no es necesario que sea San Valentín para expresarle amor
a su pareja…
Melancolía
La nueva amada
es fascinante como una flor.
Mas la antigua
es tan preciosa como el jade.
Liviana,
la flor vacila con el viento;
mientras el jade
nunca se altera en su pureza.
La anciana de hoy
ha sido novia en otra época.
La novia de hoy
algún día será anciana.
¡Mirad el Pabellón de Oro
de la emperatriz Chen!:
en sus cortinas ornadas de perlas,
ya aparecen,
silenciosamente, telas de araña.
No inspiración
La brisa otoñal refresca.
La luna brilla.
Las hojas caídas,
amontonandas, se mueven.
El cuervo, ya recogido,
sale asustado de su nido.
¿Dónde estarás, mi amor?
¿Cuándo volveré a verte?
¡Ay! Esta noche me duele el corazón.
A Wang Lun
Ya estoy a bordo. Voy a partir.
De pronto se aproxima por la orilla
el compás de tus zuecos y canciones.
El lago Flor de Durazno es muy hondo.
Mucho más hondo es, Wang Lun,
tu cariño por mí.
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