Canción del jinete

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03/01/09 10:28 
  


Córdoba.
Lejana y sola.

Jaca negra, luna grande
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.

Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.

¡Ay, qué camino tan largo!
¡Ay, mi jaca valerosa!
¡Ay, que la muerte me espera
antes de llegar a Córdoba!

Córdoba.
Lejana y sola.


-“Romancero Gitano”, Federico García Lorca





………………………………….La Biblia dice:……………………………………
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” - Mateo 6.6



Mucha gente no sabe cómo llegar a “su propia Córdoba.” Y es cierto. Quiero decir, no saben cómo enfrentar sus problemas, y el día a día; en el espacioso sendero de sus propias vidas.
Y algunas llegan a morir sin haber disfrutado del verdadero sentido de su existencia.

Un descubrimiento sencillo: “tu Padre que está en secreto.”

Cuando oras te das cuenta cuán cabalmente oras? Te has dado cuenta que el mismo Señor, Dios, el Todoporesoso, el mismo Santo de Israel está a tu lado en esos momentos buscando la mayor intimidad contigo?… No es asombroso descubrir este detallito?…

Muchos, sobretodo quienes viven de, y en la religión, no ven así a nuestro Dios, pues para ellos él es un ser Supremo (y o es) pero tan lejano, allá…, en los cielos, en las alturas, en la infinitud del espacio y su profundidad sideral, que no entienden “ciertamente” cuán cercanos nos anhela él tener; y así, si lo deseamos también: muy cerca de su corazón! Y la mayor prueba de ese AMOR es el habernos prometido la vida eterna mediante la muerte de su hijo: Jesús, en lugar nuestro, en la cruz, como pago por nuestros pecados y rebeliones antiguas.

No tenemos que morir si no queremos, y no tenemos que ir al infierno a menos que lo neguemos a él y a su sacrificio por nosotros. Si estamos en Cristo no existe la muerte “esperándonos…”
Cuando descubres esto, la perspectiva de tus problemas, necesidades y cualquier cosa negativa cambia. E incluso puedes soportar lo que te sobrevenga con una paz que nunca imaginaste encontrar en una de tus tormentas.

Si anhelas eso, no sería bueno que comiences por acercarte a aquel, nuestro Dios y Salvador que es en Cristo Jesús, quien más nos ama, nos llama y anhela?… Si no has orado antes o si has orado sin conocer cuan profunda es la intimidad a la que puedes llegar al arrodillarte ante él, qué esperas para hacerlo, pues ciertamente él está cercano, siempre, aguardando a que converses y le expongas tus necesidades como al amoroso Padre que es.


“…, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto;…”



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