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12/12/08 11:15
POEMA DE LA DESPEDIDA
Quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería,
o tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste y apasionado y loco
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... No sé si te amé poco,
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo
y el corazón me dice que no te olvidaré.
Pero al quedarme solo... sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós y acaso con esta despedida
mi más hermoso sueño muere dentro de mí.
Pero te digo adiós para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
-José Ángel Buesa
………………………………….La Biblia dice:……………………………………
Y si
alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no
se rompe pronto.” - Eclesiastés 4.12
Todo divorcio y separación conyugal nace en el
inicio mismo de la relación cuando no se encuentra bien fundamentada en Cristo.
Además, muchos de esos divorcios no han contado ni han mencionado las tres “A”
que se necesitaron primeramente para formar un hogar que luego desbarataron.
Dos personas buscan unirse un día en matrimonio
(a veces ya ni eso) y hasta hacen juramentos que luego el tiempo demuestra cuan
superfluos fueron dados por sus propios corazones ciegos.
Las tres “A” que todos necesitamos en una
relación para toda una vida son estas:
AMISTAD
La mayor parte de los errores conyugales,
egoísmos, falta de comprensión y aceptación hacia el otro radican en la falta
de este detalle. Todos los que conocemos buscan de lleno una relación de
noviazgo directamente y no fomentan PRIMERO una relación de amistad antes que
la del enamoramiento. Besos, caricias y privacidades propias de acercamientos
más íntimos es lo primero que buscan una vez se “hacen novios, enamorados o
vaciles” en las parejas de hoy en día. Lo último en que se piensa es en la
amistad que, si la fomentan, les sobrevivirá a las pasiones de la juventud y
les sustentará una vez lleguen juntos a viejos.
Si tan solo entendiéramos la amistad como Cristo
nos la dio a conocer comprenderíamos esto.
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a
otros, como yo os he amado. Nadie tiene MAYOR AMOR que este, que uno PONGA SU
VIDA por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.” -Juan 15.12-14
ACEPTACIÓN
Si hay aceptación del uno al otro jamás llegarían
a pensar en la ligera posibilidad de la separación mutua, una vez se llega a
comprender que el (o la) compañero (a) perfecto (a) no existe, y que toda base
de convivencia se sostiene en la aceptación de particularidades propias de la
persona amada, virtudes, pero también defectos y debilidades, que también las
llevamos. Toda idea de divorcio se desvanece como a una noche de tormenta le
sigue el día claro y con un sol radiante. Recuérdenlo: tarde o temprano el sol
vuelve siempre.
ADAPTACIÓN
Por lo anterior, el ceder a nuestras pretensiones
y gustos en favor del otro hace relativamente fácil la convivencia, a veces, el
varón deberá dejar de ver el partido de fútbol más importante de la temporada
(solo por su amor hacia su esposa) y su mujer deberá acompañar a su marido a
una aburrida cena de negocios, y conferencia nocturna incluida, en lugar de ir
a ver a sus amistades como cada viernes en que se reúnen en el barrio (por el
sencillo amor que le tiene a su esposo). No siempre saldrá “ganando” el “yo”
pero siempre ganará el “nosotros” que hace un lazo más fuerte de romper ante
los problemas y conflictos que sobrevengan.
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor
paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero
¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?
Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le
resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” - Eclesiastés 4.9-12
Recuerda que nunca debes empezar una relación
sino hay Amistad PRIMERO pues esta te durará toda la vida, y con la persona a
la cual te unas con la bendición de Dios. La aceptación viene DESPUÉS conforme
vayas descubriendo la verdadera forma de ser de quien te acompaña, Una sana
táctica de conocerla es en su hogar, donde fingir ser alguien distinto es
difícil por la familia (padres, hermanos, primos,…) que ya lo conocen y pueden
darte pistas “reales” de su persona.
En medio o al final de este punto puede llegar el
compromiso de cara a un futuro matrimonio y ahí es donde das la pauta a la
ADAPTACIÓN.
Espero que estos consejos basados en la palabra
del Señor les sean de profundo provecho y bendición. Mujeres, recuerden que lo
que más necesita un hombre es su admiración y su respeto, pues a veces, hasta
hacemos hartas tonteras “solo por ustedes”; varones, nunca olviden el detallito
del romance con su compañera (y solo con ella) pues ellas anhelan ser puestas
en un pedestal (y con ello, ser amadas profundamente) más que cualquier cosa de
las que lleven luego a su hogar.
“Por lo demás, cada uno de vosotros AME también a
SU mujer como a sí mismo, y la mujer RESPETE a su marido.” Efesios 5.33
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