El Principito (fragmento)

12
15/12/08 10:05



El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.

-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando eI día de la partida:
-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.

-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...

-Ciertamente -dijo el zorro.

- Y vas a llorar!, -dijo él principito.

-¡Seguro!

-No ganas nada.

-Gano -dijo el zorro- he ganado a causa del color del trigo.

Y luego añadió:

-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:

-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:

-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.

-Adiós -le dijo.

-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.

-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.

-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.

-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.

-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...

-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo.






………………………………….La Biblia dice:……………………………………
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre (Adán), y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” - Romanos 5.12


“Así que, como por la transgresión de uno (Adán) vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno (Jesús) vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre (Adán) los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno (Jesús) los muchos serán constituidos justos.
… para que así como el pecado reinó para muerte, así tambien la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.” - Romanos 5.18-19/21






¿Te has dado cuenta que mientras el Diablo busca ocultar las cosas, y sobretodo las que tienen que ver con el aspecto del pecado, Dios busca exponerlas? Y que uno mismo, firmemente, también lo haga al arrepentirse y lo declare con sus propios labios?... Para eso está el TESTIMONIO, este es un verdadero martillo de batalla con el que se destruyen los más fuertes muros de la vida espiritual del hombre, toda fortaleza que Satanás ha entretejido en el alma y el corazón de una persona Jesús viene y lo destruye. Las más fuertes cárceles donde el licor, la lujuria, el egoísmo, el crimen, la mentira son formados no pueden nada frente al poder sanador de Dios sobre el pecado.

Cuando alguien da su versión de lo que Dios ha ido haciendo en su vida para bien, nunca sabemos cuántas personas más pueden verse y sentirse afectadas para que al final puedan llegar a encontrar a nuestro Señor, y ser salvas para toda la eternidad. Quién sabe a cuántos otros habremos de llevarlos de la mano y sin saberlo a los pies de Cristo, más que nada cuando dicho testimonio es directo y en público. En las iglesias hace verdadera falta este simple y sencillo aspecto de la vida cristiana.

Apenas el hombre fue hecho, el pecado entró al mundo; y el Diablo ha trabajado y siempre trabaja en ocultar al hombre lo más importante: el gran valor de su alma con que el Señor lo creó y lo ha hecho único en toda a creación. Y hemos sido bien DOMESTICADOS por ese amo del mal que solo intenta esclavizarnos, cuando conocí la pornografía nunca supe nada del verdadero mal del que procedía y lo veía como lo más natural del mundo, puesto que también muchos de mis propios amigos de antaño lo buscaban de igual modo. El zorro tiene razón: Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos. Pero ante todo, con un corazón limpio por la sangre de Cristo, pues él mismo lo afirmó cuando dijo que lo que contamina al hombre proviene de su corazón, y no de afuera.


La hora viene cuando, o daremos testimonio en público de nuestros actos y en esta vida, o lo haremos en el día en que el Señor “abrirá los libros” de nuestras vidas y ya no habrá defensa alguna ni posible para justificarnos, sin y lejos de Cristo, por nuestra propia manera en la que llegamos a cometer nuestros pecados.




.

No hay comentarios:

Publicar un comentario