La machaca picadora


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17/10/08 15:00


 

La machaca es insecto y vive para desdicha de algunos tan solo en los trópicos. La machaca dizque pica y su ponzoña es dolorosísima y suele ser mortal según cuentan los que la han sufrido y sobrevivido. Hay un solo antídoto para evitar que el mortal veneno se lleve a la víctima directo al cementerio. Esta medicación no se la encuentra en la farmacia ni en el dispensario médico, ni privado, peor público. Ni siquiera el curandero local lo tiene, pero aunque nadie lo guarde todos saben la receta y de seguro se lo contarán a cualquier necesitado.

 

La única forma de enfrentar este mal es entregarse denodadamente y con pasión al amor. Mientras más rápido se encuentre con quien, mejor. Mientras más veces, más lujurioso y más disoluto sea el encuentro, más segura será la cura para el enfermo. Sin este remedio, capaz de engendrar la vida para un nuevo ser y de otorgarla por segunda ocasión a un picado de machaca, no hay quien salve al afectado.

 

Tan sorprendente como la cura son las estadísticas sobre el tema:

- El bicho ataca a los hombres y preferiblemente solteros, con todo, también los casados tienen su parte pues sobretodo en circunstancias extrañas cuando la mujer propia está ausente y alguna presente dispuesta al amor.

 

- El bicho se auyenta cuando están presentes hombres puros.

 

- Si ha picado y el pobre infeliz no consigue quién le solucione el problema, el veneno en toda su virulencia resulta ser benigno, le concede una prórroga hasta ver que haya quién se apiade.

 

- La cura es tan efectiva que, aunque el veneno sea de naturaleza mortal como el cáncer, la ciencia no conoce un solo caso hasta hoy en día de algún “desafortunado” que haya alguna vez quedado occiso, o muerto o difunto.

 

La machaca es tan especial que existen algunas especies tanto en las selvas de la costa norte de esmeraldas como en el oriente, y solo es mortal en las primeras. Los entomólogos que viven en completa incredulidad sobre este asunto, semejante al de los ovnis, dicen que la machaca no pica, que lo que tiene es una probosis muy grande para traspasar la corteza de los árboles y alimentarse de la savia, pero nada más.

 

-Creencia tradicional, Reserva Cayapas-Mataje, provincia de Esmeraldas, Ecuador.

 

 

………………………………….La Biblia dice:……………………………………

“No codiciarás la mujer de tu prójimo,...” -Deuteronomio 5.21 (Exodo 20.17)

“¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?
¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?
Así es el que se llega a la mujer de su prójimo.
No quedará impune ninguno que la tocare.” - Proverbios 6.27-29


 

 

Es interesante rescatar estas palabras de la Biblia: “No codiciarás la mujer de tu prójimo,...”

Digo, por qué nuestro creador no le dijo a la mujer exactamente lo mismo con respecto al sexo opuesto?: “No codiciarás el hombre de tu prójima,...” hubiera sido igualmente claro, ¿no es cierto?

 

Desde siempre hemos entendido que el hombre es ante todo “visual” mientras la mujer es mas bien “sentimental”, el hombre siempre enfoca su atención a una sola cosa o dos a lo mucho en su razonamiento, preocupándose en lo que está haciendo en ese momento, pero la mujer es mas bien como una gran red mental que lo escudriña todo y es capaz de conducir su vida dirigiendo muchos aspectos conforme se van presentando. Ahora nos interesa esto: el hombre valora lo que ve, la mujer, lo que siente. El hombre ve y adopta una postura conforme a lo que encuentra, de allí que el mandamiento de la codicia sexual no le es dado a la mujer sino al varón pues este guía sus próximos movimientos de conquista y cortejo en base a ello. Por esto el llamado “oficio más antiguo del mundo” no ha sido ejercido por hombres sino mas bien por mujeres, para satisfacer un apetito sexual mal encaminado del hombre, sobre todo si no existe temor alguno o conocimiento de Dios ni sus mandamientos. ¿Esto nos ha hecho malos?... No realmente; sin buscar justificar actitudes y hábitos, solo quiero enfatizar que el pecado sexual desde siempre ha sido una batalla en la que el varón ha tenido ‘el privilegio” de luchar si desea una pureza sexual en su existencia, sin que con ello tampoco la mujer no haya tenido que hacer su parte con respecto a este asunto.

 

Personalmente he conocido muchos casos de chicas que se casaron en su día vistiendo atuendos estrechos y muy ceñidos al cuerpo, con ello los conquistaron y también fueron conquistadas; pero llegado el momento pierden ellos el interés en sus propias esposas y se enredan con la misma facilidad con otras mujeres distintas. La mujer yerra al creer que puede conseguir un buen esposo mientras más muestre sus atributos físicos (en lugar de guardarse y hacerse respetar), recuerde, los varones somos ante todo “visuales”; y este último también yerra al dejarse llevar solo por el “ojo” para escoger una compañera y solo para satisfacer una natural ansiedad sexual que con la edad adecuada, a todos nos llega!. De ahí que este mensaje comienza con esta pequeña y tradicional creencia esmeraldeña. Jocosa y jovial por cierto, pero que da clara cuenta de lo que el varón es por su naturaleza: conquistador y conquistado, insensato pez de otro pez siempre más grande o, como suelo decir: ojo que late y corazón que no observa!

 

Tal es su sendero, alejado de Dios y si vive en el pecado:

 

“¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?

¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?...



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